Torrente pasional

 Análisis película – Cine negro / Western

Al hablar de Torrente pasional es imposible evitar la referencia de que se trata del décimo octavo título en la filmografía de Marilyn Monroe, siendo, precisamente, el que marcó la diferencia en su carrera al catapultarla al estrellato o mejor dicho convertirla en el mito sexual. Quizás la modalidad en Torrente pasional estriba en centrar la acción en la relevancia del esposo George Loomis , incapaz de sacarse de su vida a la excamarera Rose , la cual hace tiempo le ha dado muestras de estar harto de él. En rigor se dejan de lado las motivaciones de los amantes, salvo la insatisfacción sexual de Rose, derivada del regreso de George con neurosis de guerra, después de haber servido en el ejército en Corea. Recoge la barra de lápiz labial rojo de Rose, guardándosela en su bolsillo, como un fetiche que le recuerde su traición o su desesperado y enfermizo amor a la chica. Después intentará una absurda fuga en una lancha, a través de las cataratas de Niagará, que sólo lo conduce a la muerte.

Conforme a lo manifestado por Hathaway en diversas entrevistas, tal parece que llegó a la dirección unos cuantos días antes de iniciar el rodaje, con un guión semi terminado, con un reparto que encabezaba Anne Baxter en el rol de Polly, quién junto con su esposo Roy llegaban al hotel en donde se hospedaban Rose y George, el día en que tenían que abandonarlo, pero a causa de la enfermedad de George debían de quedarse, precisamente, en la habitación reservada para Polly y Roy. Al decidirse que el papel de Rose lo haría Marilyn Monroe el estudio ordenó cambios en el guión para aprovechar el atractivo sexual de la chica del calendario, provocando el abandono de Anne Baxter al constatar que la historia de dos matrimonios, uno bien y el otro mal avenido, que convergían en unas vacaciones en las cataratas de Niágara, poniendo a prueba la relación de las parejas, no le convenció el derrotero que tomaba al crecer la importancia del personaje de Rose.  Marilyn Monroe en Torrente pasional lo sitúa entre los dos. Vista a la distancia siguen siendo claras las virtudes de Torrente pasional en tanto thriller en que la fusión entre narración y paisaje son potencializados al máximo, jugando las cataratas, con su constante presencia, el papel simbólico de una pasión cuya fuerza tumultuosa es imposible de controlar.

A lo cual hay que agregar una voluptuosa Marilyn, quién desde la escena inicial en que aparece semidormida en la cama del hotel, cubierta por una tenue sabana blanca la cual nos permite adivinar su desnudez, manteniendo esa percepción a lo largo del filme en que ya sea tomando una ducha, portando su bata blanca, enfundada en sus vestidos o simplemente poniéndose una media sentiremos desnuda a Marilyn. Claro que Marilyn contó con la enorme colaboración del camarógrafo Joe McDonald y el especialista en color Leonard Doss al dotar de una carnalidad cromática al film, en que el technicolor lo alejaba de las tradicionales influencias estilísticas del cine negro, con sus contrastes en blanco y negro, sin dejar de haber cierto juego de sombras para reflejar la tortura y oscilación emocional de esos personajes atormentados, en donde la función de la guapa Jean Peters, en su rol de Polly, vestida sobria y sencilla de blanco sería, inútilmente, la de ayudar a encontrar equilibrio y estabilidad a los personajes de George y Rose, en un filme cuya eficaz puesta en escena es potencializada a partir de contener, en su conjunto, la actuación más cachonda de Marilyn, ya que después de Torrente pasional, sólo encontraremos fugaces momentos de ese transpirar sensual a borbotones de la Monroe que supo captar la cámara de MacDonald y la dirección de Hathaway, como si sus posteriores directores, por razones de censura o simple prudencia, se hubieran esforzado en reprimir o maniatar el natural desborde y magnetismo sexual de Marilyn Monroe, razón más que suficiente para volver a disfrutar de Torrente pasional.



Referencia bibliográfica 

https://www.cineforever.com/2007/01/17/torrente-pasional/


Ficha Técnica 

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